“Renovarse o morir” una frase que se ha utilizado mucho para recordarnos que el progreso está en la renovación. En el mundo de las celebraciones también hay nuevas tendencias que dan paso a otra manera de organizar eventos. Una de estas novedades a la hora de reunirse y festejar, es el cóctel.

Sea una reunión de trabajo, de negocios, familiar o informal, el cóctel es una manera dinámica, versátil y personal de compartir una comida o una cena.

Salir del típico banquete tiene muchas ventajas:

  • Permite a los comensales moverse libremente, de manera que pueden conversar con todos los invitados y no solo con los que comparte mesa en una asignación fija de asientos. 
  • Se pueden degustar las diferentes propuestas culinarias, absteniéndose de las que sean menos de nuestro agrado y repitiendo las que han cautivado nuestro paladar.
  • Permite mayor número de personas en el mismo espacio ya que la celebración transcurre de pie.
  • Aumenta la capacidad de personalización del evento. Podemos jugar con la distribución de las mesas de servicio y su decoración, creando diferentes ambientes.
  • En el caso de las bodas, los novios pueden relacionarse con todos sus invitados y no tener que estar sentados en una mesa focal, observados por todos, en todo momento.
  • Se evitan las terribles jornadas pensando en la ubicación de los comensales, quien ha de estar al lado de quien, la distribución de mesas…
  • La oferta gastronómica es más amplia y variada, pudiendo servirse todo tipo de platos, fríos y calientes, que se tomen de un bocado, con ingredientes diversos y elaboraciones creativas.
  • Se adapta a diversidad de espacios. Así como un banquete tradicional necesita de un espacio capaz de alojar mobiliario para acomodar a los participantes en el evento, el coctel se puede servir en todo tipo de lugares sin ser prioritario el tamaño o tipo de suelo. Jardines, masías, salones, terrazas, locales…no hay límites.

Para organizar un evento tipo cóctel y tener garantía de éxito, se tienen que tener en cuenta varios aspectos.

Número de invitados

Es muy importante conocer esta cifra (que para este formato, es ideal que no sea muy superior a 100) pues nos marcará no solo la elección de la localización de la celebración, sino también la cantidad de platos a servir y la mejor distribución de las mesas de servicio.

Elegir un buen servicio de catering

Tanto si nos decidimos por un restaurante o un emplazamiento menos convencional, es primordial que nos informemos del tipo de servicio que queremos que se dé a nuestros invitados.

Si no nos decantamos por ofrecer un coctel en un lugar que no disponga de cocina, habrá que contratar un servicio de catering. Esta opción está cada vez más de moda, pues nos permite poder decidir sobre todos los detalles y aspectos de la celebración. Elegir la selección de platos a servir, la decoración, la ubicación del mobiliario, la música… todo se puede pactar con antelación y que ellos se encarguen de llevarlo a término.

Disposición del espacio

Para organizar un evento tipo cóctel debemos tener claro que son celebraciones ágiles, donde los asistentes están en movimiento y los camareros irán pasando para servir bebidas y platos. Por ello no debe de haber estrecheces ni producirse aglomeraciones entorno a un lugar.

Es recomendable situar diversas mesas donde colocar las diferentes ofertas gastronómicas y que estén bastante separadas unas de otras. De esta manera se crean varios ambientes y la circulación de personas es más fluida.

Se ha de tener asientos para que los invitados puedan, si lo desean, descansar, sobre todo si hay personas mayores. Sillas, bancos, butacas, sillones, sofás, taburetes… pueden formar parte de la decoración de manera integrada. Por último no se debe olvidar a los niños. Para los más pequeños lo ideal es disponer de una mesa exclusiva para ellos, donde puedan estar más tranquilos y recogidos.

Elaboraciones para el menú

Lo principal es que haya una oferta variada, donde poder degustar bocados exóticos y novedosos, pero también los clásicos que no pueden faltar en una celebración.

Como los asistentes están de pie, deben de ser elaboraciones pequeñas, para tomar de una vez, los llamados finger food, o platos pequeños con poca cantidad que permitan sujetarlos fácilmente.

Sin duda en el cóctel conseguiremos una celebración menos seria, más informal, donde los invitados se relacionaran más fácilmente, permitiendo un ambiente relajado y distendido, nada encorsetado, fuera de típicos y protocolos. 

El cóctel está de moda
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