Celebrar el nacimiento de un bebé es algo muy común, pero hacerlo durante el embarazo no lo era tanto, hasta la llegada del Baby Shower. Esta moda importada del norte de América y que cada vez está más extendida en España, es en realidad una celebración llevada a cabo en muchos países como China, Alemania, Brasil, Irán, Costa Rica, Armenia, India, Nepal, Sudáfrica, Reino Unido, Argentina… pero ha sido gracias al Baby Boom de muchas famosas lo que ha propiciado la llegada a nuestro país.
Originariamente los Baby Showers eran una celebración únicamente para las mujeres de la familia, que se reunían para compartir los conocimientos y consejos con la futura madre. Pero actualmente es toda una fiesta en la que están invitados familiares y amigos, los cuales llevan regalos para el futuro bebé.
Ventajas del Baby Shower
Celebrar esta fiesta antes de que nazca el bebé tiene sus ventajas. La futura mamá se encuentra en la recta final de su embarazo, ya no tiene las molestias típicas, está más descansada y con ánimos para disfrutar de la fiesta. Además, los regalos que reciben antes de que el embarazo llegue a su término suponen un gran ahorro económico a los futuros padres.
Las celebraciones que se hacen a posteriori, cuando el bebé ya ha nacido, no suelen durar mucho ya que los progenitores no pueden atender a los invitados debidamente a causa de las atenciones que necesita el recién nacido.
Lo habitual es que el Baby Shower lo organice una persona cercana de la familia, normalmente alguna amiga de la embarazada.Y no existe un protocolo específico, por lo que se puede adaptar a los gustos o necesidades de cada ocasión.
Cómo organizar un buen Baby Shower
Planificar: Estipular un presupuesto con la cantidad de dinero que se quiere invertir, y realizar un esquema con todo lo que se quiere hacer. Fijar las fecha y el lugar de celebración, elaborar la lista de invitados, diseñar y entregar las invitaciones con antelación suficiente.
Cuando: Lo común es realizarlo antes del nacimiento del bebé, alrededor del tercer trimestre. Cuando la previsión es de un embarazo prematuro, o múltiple es recomendable realizarlo un poco antes, sobre el sexto mes de gestación. Pero si es un embarazo de riesgo, entonces se aconseja celebrarlo después del nacimiento, y una vez que la madre se haya recuperado.
Donde: Se puede alquilar algún salón o centro de ocio, en casa, o incluso en el jardín o terraza si el clima lo permite. La cuestión es disponer de un espacio lo suficientemente amplio para albergar a los invitados.
Invitados: La lista de los asistentes la tiene que elaborar los anfitriones. Como ya no es solo para mujeres se pueden invitar a todo tipo de familiares, amigos, compañeros de trabajo…
Catering: En un Baby Shower no puede faltar la comida ni la bebida. Normalmente se ofrece un picoteo informal, y no un menú o banquete. El catering se dispone en bandejas sobre las mesas para que los invitados vayan cogiendo libremente mientras están de pie charlando unos con otros. Se suele combinar productos gastronómicos tanto dulces como salados, que sean muy atractivos a la vista, y de elevada calidad, sobretodo si se quiere ofrecer una buena imagen. La invitación incluye un decorativo y apetitoso pastel. La decoración de toda la sala y la disposición de las bandejas y las mesas estarán decoradas con motivos infantiles según la temática elegida. Ofrecer un buen servicio de catering es la manera en la que los futuros papás agradecen a los invitados su asistencia y colaboración.
Regalos: Los invitados llevan regalos de puericultura que sean prácticos: ropa, pañales, biberones, juguetes… Lo habitual es elaborar una lista de regalos para evitar repetir regalos.
Actividades: Es habitual proponer actividades de entretenimiento y diversión relacionadas con la llegada del bebé para hacer más amena la velada.
Decoración: Se puede elegir una temática, que puede ir más allá del clásico rosa y azul en caso de que sea niña o niño. Hay multitud de ideas relacionadas con los gustos de los futuros padres o temáticas infantiles, y así adaptar todos los adornos, letreros, manteles, servilletas, la tarta y los recordatorios.
Y no hay que olvidar el recordatorio con el nombre del bebé y la fecha del evento.