Las comidas o cenas de empresa se han convertido en una tradición más de las fechas navideñas. Esta idea de juntar a todos los compañeros de trabajo, para muchos considerados como una segunda familia, surgió hace muchos años y cada vez tiene más seguidores.

Ya en tiempos de los romanos, se festejaba con todos los campesinos el final de la siembra de invierno. Nosotros en la actualidad, con las fiestas de empresa en Navidad, celebramos el final de un año, de una temporada, de un ciclo…y nos deseamos prosperidad para el próximo.

Estas celebraciones aportan muchos beneficios:

  • Permiten establecer otro tipo de lazos entre los empleados, diferentes a los estrictamente laborales. Como el ambiente de la reunión es informal, las conversaciones que se producen se enmarcan más en contar anécdotas, vivencias personales, inquietudes, gustos…lo que nos acerca más al prójimo permitiendo la empatía. Ello mejora la convivencia y las relaciones posteriores en el lugar de trabajo.
  • Son la mejor ocasión y manera de hacer crecer entre los empleados el sentimiento de pertenencia de grupo, que son un equipo, una unidad, es lo que se conoce como el “team building”.
  • Genera sentimientos positivos en el trabajador al comprobar que la empresa invierte para que estén a gusto, perciben que es una manera de darles su agradecimiento a la labor de todo un año.

Cada vez son más las empresas que deciden invertir en este tipo de eventos para potenciar las relaciones personales y fomentar el compañerismo. Pero no es tarea fácil encontrar locales, restaurantes o salas donde hacerlos. Las fechas se concentran en los días previos a las fiestas navideñas y muchos lugares están reservados hasta con medio año de antelación.

De un tiempo a esta parte se está apostando por los servicios de catering para celebrar esas comidas en la misma empresa. Sus beneficios son muchos:

  • No se ha de desplazar a una ubicación diferente a los invitados, ya que se hace en el mismo lugar de trabajo, algo muy bien valorado por los empleados.
  • La empresa de catering ofrece multitud de servicios, entre los que se puede elegir el que mejor se adapte a los deseos, tanto de alimentación como de extras.
  • El horario de la fiesta no está condicionada externamente.
  • El servicio de catering es muy flexible, adaptándose a todo lo necesario: presupuesto, localización, horario, espacio… sin menguar en calidad.

A la hora de contratar los servicios de un catering debemos de tener claro varios aspectos, de esta manera cuando contactemos con la empresa podremos plantear y pedir lo que exactamente necesitamos.

Espacio: Si la empresa dispone de algún espacio o sala grande se puede optar por instalar mesas y sillas y pedir una bonita decoración de las mismas para hacer una comida o cena más formal. Si no se dispone de mucho espacio o se quiere algo más informal i dinámico, se puede optar por un servicio tipo coctel, donde los invitados están en pie y se sirven ellos mismos lo que les apetezca de una amplia variedad de opciones.

Menú: Es primordial decidir qué queremos que sirvan en nuestra reunión: aperitivos fríos y calientes, platos tradicionales, surtido de mini bocadillos, degustación delicatesen…

Ambiente: No debemos olvidar que se trata de pasarlo bien, contar con animación, música, espectáculo, karaoke, coaches que organicen juegos, pruebas…puede ser lo que marque la diferencia.

Conseguir reunir a todo el personal de una empresa para compartir un buen momento de ocio y diversión conseguirá múltiples beneficios para el trabajo y sus trabajadores en el presente y futuro. Y contratar a una empresa de catering se ha convertido en la primera opción para los que buscan obtener la mejor calidad sin desplazamientos extras.

 

Catering en empresas para despedir el año
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